Suena como algo lejano, quizá pocas veces visto o implementado, pero lo cierto es que la caminata del granjero además de ser un ejercicio apto para cualquier persona, es un movimiento que forma parte de la cotidianidad: se lo hace cada vez que toca cargar las bolsas con las compras del supermercado, cuando se cargan las mochilas de los hijos repletas de útiles o después de una jornada de ocio en el shopping..